El capitán valencianista apunta a la tardía gestión de las temporadas año tras año como un mal del Valencia CF.
CONRADO VALLE - P—Antes de nada. ¿A muerte a por la sexta plaza?
R —Por supuesto. Nosotros, los jugadores, no tenemos que tener otra cosa hoy en día en mente que no sea ganar el sábado para asegurar la sexta plaza. Todo el mundo tiene que ser consciente y darse cuenta de que el Valencia debe de estar el año que viene en Europa.
P—¿El Valencia va a acabar la Liga dónde se merece?
R—Creo que hay que analizar mucho y habría que hablar largo y tendido, veníamos de hacer un año muy turbulento, con muchos cambios en todos los niveles y hay que saber de dónde veníamos para saber dónde queríamos llegar y dónde nos hemos quedado, o podemos quedarnos.
P—Como capitán, ¿cómo valora la no clasificación para la Liga de Campeones?R—Yo haría otras preguntas. ¿Quién marca los objetivos, con qué fundamentos, por qué lo hace? Para marcar un objetivo hay que partir de un realismo y no siempre se hace así. Se marca un objetivo, se vende un producto sin sentarte para ver qué tienes y a dónde puedes llegar. Y si no luego no llegó aquí, pues está mal, pero entonces se hablaría con un fondo de razón.
P—Para el futuro, ¿cuando hay que marcarle el objetivo al Valencia?
R—No se trata de poner una fecha concreta, sino de hacerlo acorde a lo que se tiene y no al interés de alguien o de diferentes intereses. Los retos se marcan por ambición e ilusión, pero siempre dentro de un realismo. Yo no me puedo marcar un objetivo de 20 goles por mucha ambición que tenga yo por hacer tantos goles. Pues eso es un ejemplo. Vamos a marcarnos un objetivo real, con ambición, pero sabiendo de dónde venimos y dónde estamos.
P—¿Las expectativas para este año eran más altas que las posibilidades de este Valencia?
R—Las expectativas, la ilusión... está claro que se venía de un año malo, en el que hubieron problemas, que éste se empezó muy bien, pero insisto, ¿quién marca ese objetivo?
P—Le hago yo la pregunta.
R—Pues todos y nadie, porque uno de los problemas que tiene el Valencia son los continuos cambios de rumbo que ha sufrido el club en los últimos años, un problema que para analizarlo a fondo necesita no un entrevista ni una tarde sino mucho tiempo y mucho diálogo.
P—Hablando de este Valencia, ¿diálogo con quién o entre quién?
R—La verdad, difícil respuesta. Creo que hay que sentar unas bases, darle confianza a la gente que tiene que trabajar por el bien del club, hay que definir cada uno de los estamentos y que cada una de las personas tenga una función clara. Hay que tener lo que no se ha tenido en los últimos años, tranquilidad y confianza. En el Valencia no deberíamos ahora pelearnos por rendir cuentas por el rendimiento o por el resultado, sino que deberíamos empezar a sentar las bases y poner los cimientos para volver a ser una gran familia.
P—Al equipo, le pregunto a usted por su condición de capitán, ¿le ha faltado tener un interlocutor definido para alguna cuestión concreta?
R—Nos hemos tenido que adaptar a todo. Hemos tratado de no pedir mucho al club, porque comprendemos la situación e intentamos ayudar en la media que podemos al club.
P—Es decir, borrón y cuenta nueva en todos los sentidos y forma de gestionar cada estamento del club...
R—Sí, claro. Primero hay que ganar al Athletic y después, el mismo domingo, hay que empezar a trabajar en el futuro... aunque lo ideal habría sido estar ya trabajando todos en el mismo sentido porque luego nos encontramos que llegamos en julio y somos muchos jugadores. Llevamos años planificando tarde y luego vienen los problemas. El entrenador decía un número de jugadores, el club otro, y ese punto de partida lo complica todo.
P—Pues parece que estamos en la misma de todos los años. Fernando no puede concretar operación alguna hasta mínimo el 8 de junio.
R—Sí, y ese tema es complicado. Todos deseamos que cambie la situación del club, que se arregle lo antes posible, y que esté quien esté que trabaje con confianza, aunque eso tu sabes que es harto difícil que pase aquí.
P—¿Ha sido su año más difícil?
R—Complicado, muy complicado. Hemos tenido muchos altibajos, muchos problemillas... pero hemos ido saliendo bien de todos.
P—¿Cual ha sido el peor momento?
R—No es cuestión de quedarse con uno u otro, es cuestión de buscar soluciones. Nosotros lo que queremos es que el club tenga estabilidad, que la imagen no se vea dañada cada dos por tres, y ha habido momentos en los que la imagen se ha debilitado mucho y nosotros lo hemos sufrido, porque no es lo mismo estar en un club con buena imagen y en el que todo el mundo está contento, que estar en uno en el que cada semana pasa algo que deteriora la imagen. Nosotros luchamos por dejar al club en un buen lugar, pero la imagen se daña desde muchos otros sitios.
P—El tópico de que lo que pasa fuera no afecta a un vestuario no es más que eso, un tópico.
R—Mira, nosotros intentamos separar una cosa de otra, porque si no es imposible, pero aquí lo de no dejarte arrastrar es difícil. La corriente negativa es demasiado fuerte.
P—¿Le preocupa que se desmantele el equipo? Y cuando digo que se desmantele me refiero a la salida de jugadores importantes como Villa, Silva o Mata.
R—Más que se desmantele o no el actual equipo, me preocupa que no se tomen decisiones de futuro a tiempo. Que las decisiones lleguen tarde o sean desafortunadas, pero sobre todo lo primero, porque cuando uno toma decisiones a tiempo y con buena intención, te puedes equivocar pero a la larga encuentras el camino correcto.
P—Dicho de otra manera, que si tiene que salir alguno de los mencionados, o cualquier otro, que sea pronto y rápido para poder buscarle un sustituto...
R—A eso me refiero, porque cada año, por ley de vida o por decisiones para el bien del club, para bien del futbolista en cuestión o por lo que sea, si hay que cambiar jugadores, no pasa nada, siempre y cuando se haga en el momento en el que tienes posibilidad de hacer un recambio de garantías, y para eso hay que tomar decisiones y tener gente que las tome. El club tiene la última palabra y si cree que hay que desmantelar el equipo adelante, pero hecho de buenas maneras.
P—¿Marchena quiere seguir en este Valencia?
R—Yo estoy a gusto aquí y mi intención es la de estar aquí mucho tiempo.
P—¿Usted y sus compañeros están preparados para asumir todos los rumores que se avecinan?
R—Los rumores siempre están ahí, pero no se puede uno dejar llevar por los rumores. Si hay algo, lo hay y lo estudias y sino, pues a seguir con tus vacaciones si aún estamos en ellas o a trabajar en preparar lo mejor posible la próxima temporada si es durante la pretemporada. Para que se concrete algo tiene que haber interés por todas las partes y el que tengo yo ahora es el de quedarme aquí.
P—Con la que tiene el club montada social y económicamente este verano, ¿cómo se hace un buen Valencia, futbolísticamente hablando?
R—Pues con jugadores válidos y con la categoría que se presupone para jugar en el Valencia. Se hace con esa categoría, con ilusión, con ganas de trabajar y sobre todo con mentalidad ganadora. Se puede hacer un buen equipo, un bloque competitivo. Aquí los jugadores lo tenemos todo y hay un buen entorno para ello. Si se consiguiera ese equipo, podríamos disfrutar todos.
P—¿La actual plantilla lo ha dado todo?
R—Te puedo decir que el equipo ha dado todo lo que tiene. Por nosotros no ha quedado. Esto es deporte y a veces te salen las cosas y otras no, pero el vestuario pienso que ha tenido una actitud magnífica, te lo digo desde lo más hondo del vestuario.
P—¿De verdad que dieron todo lo que tenían dentro ante Atlético de Madrid y?Villarreal?
R—De verdad. Lo dimos todo, pero nos ganaron, esto es fútbol y si lo das todo pero el rival juega mejor y te gana, le felicitas y punto.
P—¿Y Emery? Le pregunto porque muchas de las críticas van dirigidas al entrenador.
R—Bueno, cada uno tiene que aguantar su vela y cuando eres entrenador tienes que asumir que te puede venir un número de crítica. Para mi el papel del entrenador ha estado en la misma medida que el del equipo, se ha dejado el alma por estar lo más arriba posible y cuando uno lo da todo, es honrado y no esconde nada no se le puede pedir ni decir nada más. No soy yo quién para juzgarle, pero te puedo decir que la honradez y el pundonor de estar cada día al pie del cañón lo ha tenido.
P—De cara al futuro, ¿qué no debe faltar para el bien del Valencia?
R—Que todo el mundo arrime el hombro al unísono, porque el bien del Valencia es el bien de todos los que trabajamos aquí y de eso hay quién debe de darse cuenta.
FUENTE - WEB DE SUPERDEPORTE.ES