Este 27 de Agosto se conmemora la Supercopa de Europa ante el Oporto.
Precisamente en esta jornada, en la que el Valencia CF se enfrenta al Stabaek en cita europea, el club de Mestalla conmemora la Supercopa de Europa ante el Oporto que supuso el primer triplete en la historia del club. De este modo, los valencianistas sumaban esta copa a la de la Liga y a la UEFA, que ya se encontraban en las vitrinas blanquinegras. Y un título que se unió, uno más, a otro simbólico, cargado de estadísticas favorables aplastantes, que le entregará meses después la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol (IFFHS). En definitiva, la entidad acababa de certificar la mejor temporada de toda su historia con la conquista del tan actualmente de moda ‘triplete’; Liga, UEFA Cup y Supercopa de Europa. Desde ese momento, escenarios como los de Sevilla, Goteborg, y desde ese ya histórico Viernes, 27 de Agosto de 2004, Mónaco, han pasado a ser templos perdurables en la memoria del aficionado blanquinegro.
Gran victoria ante el Oporto
23:20 horas de la noche del Viernes, 27 de Agosto de 2004. Rubén Baraja y David Albelda recogen, en un espectacular estrado, la Supercopa de Europa, la segunda de nuestra historia, en el célebre estadio Luis II de Mónaco. El Valencia CF acababa de vencer, con toda justicia, al Oporto, campeón de Europa, por 2-1 El equipo portugués no fue, ni mucho menos, un rival fácil, pero los de Ranieri, con la inercia ganadora de un curso, el que acababa de finalizar, con una inercia imparable, lograron superarlo gracias a los goles de Rubén Baraja y Marco Di Vaio. Cuando el colegiado noruego Terje Hauge dio por finiquitado el choque, en ningún lugar de la tierra futbolística cabía ninguna duda. El Valencia CF se coronaba, con toda justicia, como el mejor equipo del viejo continente y, por extensión, el mejor club del mundo.
23:20 horas de la noche del Viernes, 27 de Agosto de 2004. Rubén Baraja y David Albelda recogen, en un espectacular estrado, la Supercopa de Europa, la segunda de nuestra historia, en el célebre estadio Luis II de Mónaco. El Valencia CF acababa de vencer, con toda justicia, al Oporto, campeón de Europa, por 2-1 El equipo portugués no fue, ni mucho menos, un rival fácil, pero los de Ranieri, con la inercia ganadora de un curso, el que acababa de finalizar, con una inercia imparable, lograron superarlo gracias a los goles de Rubén Baraja y Marco Di Vaio. Cuando el colegiado noruego Terje Hauge dio por finiquitado el choque, en ningún lugar de la tierra futbolística cabía ninguna duda. El Valencia CF se coronaba, con toda justicia, como el mejor equipo del viejo continente y, por extensión, el mejor club del mundo.
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