Las decisiones de Unai se mirarán hoy con lupa tras el controvertido cambio de Banega ante el Atlético.
V. LINARES - En más de una ocasión Emery ha dicho que todos los partidos son un examen para el equipo pero el encuentro de esta tarde en el Sardinero será también un examen para el propio Unai. Eso no significa que del resultado cosechado hoy dependa la continuidad del técnico ni muchísimo menos, ya que el técnico de Hondarribia cuenta en estos momentos con la «confianza total» por parte del Consejo. Lo que quiere decir esa afirmación es que, pese a la distancia, buena parte de la afición valencianista estará pendiente hoy del juego del equipo, del resultado y también de sus decisiones respecto a una faceta del juego muy puntual como son las sustituciones durante el partido. A nadie se le escapa que, al margen de las decisiones tomadas a la hora de confeccionar sus onces iniciales (al técnico se le cuestionó mucho su decisión de hacer diez cambios en la formación que presentó ante el Lille respecto al once inicial tipo que estaba utilizando en Liga), las sustituciones que está haciendo Emery con los partidos ya comenzados se han convertido en motivo de debate entre el valencianismo por diversos motivos.
En cifras
Hablando en términos estrictamente numéricos y resumiendo los nueve partidos oficiales (cinco en Liga BBVA y cuatro en Euroliga) disputados hasta ahora, tras las sustituciones hechas por el técnico se ha conseguido revertir el signo de dos partidos en positivo que fueron el de la primera jornada liguera ante el Sevilla y el del pasado jueves ante el Génova en los que se pasó de empate provisional a triunfo final, mientras que en un sólo encuentro, el disputado frente al Atléti en la última jornada de Liga, el equipo acabó cediendo dos puntos al pasar de un triunfo provisional al empate final tras los cambios de Unai (con el agravante de que el rival empató en el descuento y ése ha sido, hasta el momento, el único partido en el que Emery no ha agotados sus sustituciones). El resto de encuentros no modificaron su signo final tras las sustituciones realizadas en el VCF mientras que en lo que respecta a la incidencia directa cuantificable de sus sutituciones, los números reflejan que Joaquín en Oslo ante el Stabaek, Mata ante el Lille y Villa este jueves ante el Génova lograron marcar gol inmediatamente después de entrar de refresco. Además, de las 26 sustituciones hechas hasta el momento cinco han sido obligadas por motivos físicos (incluyendo en esas cinco la de Banega contra el Sporting por un 'bocadillo' en un gluteo).
Los números, por tanto, reflejan que los cambios realizados por Unai Emery en lo que llevamos de temporada arrojan un saldo positivo de dos puntos. Sin embargo, la grada de Mestalla cargó contra el técnico en el último partido liguero disputado cuando con 2-1 a favor en el marcador y a falta de ocho minutos para el final decidió quitar a Banega para dar entrada a Maduro. Emery argumentó a posteriori, cuando ya se había visto que las consecuencias no habían sido positivas, que la sustitución se debió, además de «al cansancio del jugador», a una voluntad de ser «más consistentes y consolidar la defensa con un hombre de refresco». Apenas cuatro días después, ante el Génova, la decisión suya de dar entrada a Villa fue clave en el devenir del choque ante los italianos puesto que el Guaje logró el gol del triunfo definitivo.
Ya en el primer partido oficial de la campaña las sustituciones empezaron a dar qué hablar cuando Joaquín marcó en Oslo nada más sustituir a Pablo e inmediatamente después de ser arengado verbalmente por Emery desde la banda. El jugador gaditano se encaró aquel día con el técnico nada más marcar pero la cosa quedó en eso y no pasó a mayores. Posteriormente, en el breve pero intenso camino que se lleva recorrido en lo que va de campaña, también generó cierta controversia la sustitución de Banega ante el Sporting . Emery aseguró entonces que la había pedido el futbolista al sentir molestias mientras el jugador nunca afirmó haber pedido el cambio pero sí sentir dolor.
Como se puede apreciar los cambios han dado mucho ´juego´ y en ellos también Emery ha demostrado reaccionar con efectividad, al margen de en los antes mencionados de Mata, Joaquín y Villa frente a Stabaek (ida), Lille y Génova respectivamente, por ejemplo en el realizado a la media parte ante el Valladolid al dar descanso a un Carlos Marchena que llevaba una amarilla y había estado al filo de ver la segunda, dando entrada a Albelda y manteniendo la ventaja en el marcador con solvencia (el partido iba 1-3 y acabó 2-4).
En definitiva, que los cambios de Emery no suelen pasar inadvertidos y hoy, tras la última pitada frente al Atlético, seguro que más de uno los va a mirar con lupa.
FUENTE - WEB DE SUPERDEPORTE.ES