El gol del canario evita que la eliminatoria quede resuelta y el VCF tendrá que apelar a una gesta copera.
CONRADO VALLE - En diez minutos (que se veían venir), del 45 al 55, el Deportivo de Lotina le hizo un traje al Valencia de Emery, dejándole tiritando en la Copa del Rey. Y digo que se veía venir porque la superioridad coruñesa no solo se limitó a esos diez minutos de resaca navideña en los que Guardado y Pablo Álvarez dejaron en evidencia a la zaga blanquinegra. Lotina, aún haciendo más rotaciones que Emery, leyó mejor el partido y ganó la batalla táctica por goleada. Pero en el fútbol los que hacen y deshacen son los futbolistas, y como era el día de Reyes y el Valencia tiene un mago, un taconazo de Silva permite viajar la próxima semana a Riazor con un atisbo de ilusión. Porque aunque la Copa del Rey se pone cara, con Silva -y gracias a él-, nada es imposible, y menos en el torneo de los Alcorcones.
Hablaremos maravillas y celebraremos como se merece los goles de Villa, pero con Silva hay un Valencia y sin él, otro. Hasta que saltó el canario al terreno de juego (y no sólo ayer, también en los últimos envites) el Valencia era un equipo sin circulación, previsible, con carencias en la transición ataque-defensa, hasta el punto que el recurso del pelotazo se convirtió en un estilo, más con Zigic sobre el terreno de juego. Porque aún no lo habíamos dicho, pero Emery anoche apostó por jugar con dos delanteros: Zigic y Villa; y con Maduro de central y Marchena, en el doble pivote.
El partido comenzó siendo más de Liga que de Copa. Demasiado serio, demasiado táctico. La Copa es otra cosa, un torneo loco, pero Emery y Lotina querían un partido a su manera y cuando se volvió de Copa, es decir, imprevisible, el Valencia iba con dos goles de desventaja en el marcador.
Ese toma y daca táctico de los primeros cuarenta y cinco minutos lo ganó el Deportivo. Por no hablar de los diez minutos iniciales de la segunda mitad. Porque Sergio, Guardado y Juan Rodríguez se hicieron amos del centro del campo. Ni Banega ni Marchena se hicieron de respetar, y los de Lotina jugaron mejor y más a sus anchas que los de Emery. Al Valencia se le notaba espeso y tal panorama ofensivo propició que las escasas ocasiones del Valencia vinieran de sendos balones peinados por la cabeza de Zigic. En una, Joaquín se empachó de balón; en otra, Mata le pegó de mala manera con su zurda. Por contra, el Deportivo, poco a poco, iba llegando más y más a las inmediaciones de Moyà. Lo hacía, además, como lo hacen los equipos que merecen llevarse el gato al agua: tocando, buscando las bandas, con paciencia. En dos centros casi consecutivos, Moyà, con dos salidas en falso, metió el miedo en el cuerpo a los presentes, si bien, el guardameta estuvo dónde tenía que estar para enviar a córner un mano a mano con Adrián. El Deportivo estaba avisando y lo peor es que el Valencia parecía no darse cuenta... Y así fue.
Guardado le robó la cartera a Maduro (como Juan Rodríguez a Bruno) y el Valencia se metió en un pozo sin fondo. El Deportivo se vino arriba y el toque de cara durante los minutos posteriores es de los que no se olvidan fácilmente. Los coruñeses hicieron que los valencianistas corrieran como pollos sin cabeza y se plantaron hasta en cuatro ocasiones en el área de Moyà. Acertó Pablo Álvarez, aunque bien lo podrían haber hecho Guardado o Adrián. Cero a dos y lo peor, nada que objetar.
Emery, por fin, se dio cuenta que el Valencia hacia aguas y apostó por Fernandes y Silva. El Valencia recuperaba con tales cambios su estilo, su forma y sobre todo la pelota. El luso no solo creó fútbol por su cuenta, sino que hizo que Banega jugara mejor, mientras que Silva dotó al Valencia de esa improvisación, de ese toque entre líneas del que adolecía desde que se lesionara a finales de noviembre.El gol de Silva, golpeando con el tacón tras disparo de Banega, evitó que la eliminatoria saliera resuelta de Mestalla a favor de los jugadores de Lotina, a los que pasar la noche de Reyes concentrados en Oliva parece que les vino mejor que a los de Emery hacerlo en casa.
Ficha técnica:
1 - VALENCIA: Moyà, Miguel, Maduro, Dealbert, Bruno, Marchena (Manuel Fernandes, m.61), Banega, Joaquín, Mata (Vicente, m.74), Villa y Zigic (Silva, m.61).
2 - DEPORTIVO: Manu, Laure, Piscu, Ze Castro, Filipe (Manuel Pablo, m.74), Antonio Tomás (Iván Pérez, m.82), Sergio, Juan Rodriguez, Pablo Álvarez, Guardado y Riki (Adrián, m.24)
Goles:
0-1,m.47: Guardado.
0.2,m.55: Pablo Álvarez.
1-2,m.73: Silva.
Árbitro: Velasco Carballo (colegio madrileño). Amonestó por el Valencia a Marchena y Dealbert y por el Deportivo a Filipe y Sergio.
Incidencias: partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey disputado en el campo de Mestalla ante 25.000 espectadores. Terreno de juego en regulares condiciones.
FUENTE - WEB DE SUPERDEPORTE.ES
FOTO DE SILVA - GALERÍA DE IMÁGENES DEL VALENCIA CF DE LA WEB DE SUPERDEPORTE.ES